Pum pum hice daño a la luna

En una noche de juego infantil, Nicolás apunta con sus manos a la luna y pronuncia «¡Pum, Pum!», gesto que desencadena una singular aventura familiar; en Pum pum hice daño a la luna los lectores acompañan al pequeño, a su hermano y a su madre en un viaje lleno de ternura y asombro. La narración, a cargo de Luis Amavisca y Esther G. Madrid, combina elementos de fábula y aventura para explorar el poder de la imaginación cotidiana.

Con un lenguaje claro y escenas que favorecen la visualización, la historia transforma un gesto espontáneo en una travesía donde la cooperación y la imaginación resuelven un aparente daño celestial. El relato equilibra la dulzura con sutiles momentos de tensión, permitiendo que los más pequeños comprendan valores como el cuidado y la empatía mientras se sumergen en imágenes mentales vívidas; su ritmo y tono propician la lectura en voz alta y el diálogo entre niños y adultos, ofreciendo una experiencia lectora cálida y compartida.