La muerte de Iván Ilich

La lectura ofrece una mirada implacable sobre la vida burguesa y sus prioridades; en La muerte de Iván Ilich, Lev Tolstói expone la crisis existencial de un alto funcionario que, al enfrentar una enfermedad terminal, constata que sus logros y su estatus no otorgan consuelo. Tolstói articula con precisión psicológica el deterioro físico y la creciente urgencia moral del protagonista, convirtiendo la agonía en un instrumento de diagnóstico social y personal.

La prosa, sobria y precisa, permite una inmersión en las reflexiones sobre el sentido de la vida, la soledad y la autenticidad frente a la muerte. Esta obra ilumina cómo las elecciones dominadas por la apariencia pueden vaciar la existencia y, al mismo tiempo, muestra la posibilidad de una revelación íntima que redefine lo verdaderamente valioso en los últimos instantes.