Los romanos por fin han abandonado Britania, y enseguida se ha desencadenado una lucha a muerte para cubrir el vacío de poder. Al mismo tiempo, los sajones aguardan en la frontera la ocasión para invadir el país. La muerte del rey supremo, Uther Pendragon, dejando como heredero al trono a Mordred, aún bebé, no hace sino complicar la situación y acabar con el último atisbo de unidad. Sólo un hombre será capaz de hacerse cargo de la tutela del niño y evitar que el reino caiga en manos de sajones o acabe arrasado por las luchas intestinas. Y ese hombre es un hijo ilegítimo de Pendragon que vive en el exilio, un guerrero mítico protegido por el mago Merlín que responde al nombre de Arturo. Sumergirse en estas páginas es entrar en un mundo violento y despiadado, en una época convulsa de batallas, luchas y emboscadas en las que surgen fascinantes personajes como la reina Ginebra o el enigmático Lancelot. El talento narrativo de Bernard Cornwell consigue que el lector sienta el peso de la cota de malla, oiga el fragor del combate y se lance a un desenlace inesperado.
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