Verónica Jiménez es una mujer de treinta y ocho años, independiente, trabajadora y con las reglas claras que se impuso tras una desilusión amorosa; en ¿Y si lo probamos? la escritora Megan Maxwell da vida a una protagonista que decide disfrutar sin ataduras: no romances con hombres casados, no mezclar trabajo y placer y mantener relaciones con hombres menores de treinta para evitar enredos emocionales.
La historia se complica cuando, durante un viaje de trabajo, Verónica conoce a Naím Acosta, un hombre en sus cuarenta que desafía todas sus normas: seguro de sí mismo, atractivo y romántico, provoca en ella una atracción que trastorna su rutina y sus convicciones. Con una mezcla de humor, tensión erótica y ternura, la novela explora el choque entre la razón y el deseo, mostrando cómo los polos opuestos se atraen y cómo una mujer puede replantear sus límites sin perder su autonomía. La voz ágil y directa de la narradora, salpicada de imágenes potentes como «en mi estómago corren elefantes en estampida», convierte este relato en una lectura ágil y emotiva para quienes buscan una historia contemporánea de pasión y contradicción.