Publicada a partir de las conferencias que ofreció en 1928, en Una habitación propia Virginia Woolf aborda con claridad y rigor la cuestión sobre qué condiciones permiten a las mujeres crear ficción relevante. Con un tono afilado y a la vez sobrio, examina la dependencia económica, la autonomía personal y los factores históricos que limitan la voz femenina, hilvanando análisis sociológicos y pasajes narrativos que iluminan la relación entre libertad material y producción literaria.
Virginia Woolf despliega en este ensayo una prosa incisiva y una estructura que combina la argumentación ensayística con la parábola, mostrando cómo las barreras sociales se traducen en silencios creativos. El resultado es una reflexión literaria de gran calado que plantea interrogantes todavía relevantes para el estudio de la novela y la condición femenina, presentada con la elegancia crítica y la agudeza interpretativa propias de su autora.