En estas páginas, Lucía Gutiérrez rinde homenaje a la figura que marcó su vida y transforma recuerdos íntimos en un relato lleno de ternura y honestidad. En Todo lo que aprendí de ti, abuela conviven escenas domésticas —la cena esperada, la taza con galletas, el consejo siempre repetido— con la tensión de la enfermedad y el olvido, ofreciendo una prosa clara que preserva la voz de quien enseñó a vivir con sencillez y afecto.
Este libro no solo reconstruye momentos compartidos, sino que examina la fragilidad de la memoria y la manera en que los lazos familiares sobreviven a la ausencia. Con sensibilidad y precisión, la autora rescata anécdotas y frases que quedan como lecciones de vida, desde el cariñoso «abrígate» hasta la certeza íntima de «Soy todo lo que un día aprendí de ti, yaya», invitando al lector a reconocer en esas experiencias su propio patrimonio afectivo.