Sean cuales fueren los placeres y los prodigiosos esfuerzos asociados con el hecho de erigir arquitectura, el arte de hacer que esta desaparezca puede ser igualmente emocionante o satisfactorio.Sustraer edificios es tan importante como construirlos. Para los arquitectos, la sustracción ofrece un repertorio artístico ampliado de creación de formas, así como un nuevo territorio para las aventuras espaciales y el ingenio. Si todo edificio es a la vez una suma y una resta, todo acto de desconstrucción también lo es.Existe toda una economía de la sustracción, una industria pesada, una fuente de empleo, un recurso material, un protocolo medioambiental global y un mercado alternativo que escapa del dominio de la industria financiera. La interacción de variables espaciales demuestra que la sustracción puede significar crecimiento.
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