La vida cotidiana puede transformarse de un día para otro; así le ocurre a Estefanía, protagonista de Soy una mamá, que tras años de rutina entre hijos, trabajo y obligaciones descubre que su matrimonio se ha roto por una infidelidad y debe recomponer su identidad en medio del caos doméstico.
De madre entregada a mujer que explora su libertad, la narración sigue su proceso de divorcio, el reencuentro con deseos olvidados y el manejo de la cotidianidad con tres hijos. La presencia de Diego, el vecino atractivo que aparece en la urbanización de sus padres, añade tensión y humor a una trama que alterna escenas domésticas con momentos de inquietud y esperanza; la tensión culmina en una escena decisiva: «Hasta que una tarde me invita a cenar. Él y yo solos.»
Con un tono cálido y directo, Megan Maxwell ofrece una historia sobre reinvención personal, la complejidad de la maternidad y la posibilidad de volver a sentirse deseada sin renunciar a la responsabilidad familiar. El libro combina ironía y emoción para mostrar cómo una mujer puede reconstruirse paso a paso, con momentos íntimos que dejan entrever la duda y la determinación: «Vale…, lo pienso ¡y te cuento!»