Entrar a la carrera de Medicina implica asumir expectativas familiares y académicas que transforman la vida de los jóvenes protagonistas; en Síntomas de locura la pluma de Mimmi Kass explora con precisión psicológica cómo Martina y Magnus Thoresen Morán deben estar a la altura de un apellido ligado a la medicina, mientras afrontan la exigencia del primer año universitario y la sombra del Hospital San Lucas.
Martina, brillante y profundamente reflexiva, busca en la psiquiatría respuestas a lo que ella misma denomina su «locura» y trata de ordenar un mundo emocional que la desborda; Magnus, extrovertido y errático, padece falta de concentración y dudas sobre su verdadera vocación. Entre clases agotadoras, primeras citas y el peso de las expectativas, la novela construye un retrato íntimo y verosímil de la juventud frente a la transición hacia la adultez, ofreciendo una mirada comprometida con los dilemas identitarios y la salud mental en un entorno de alta exigencia.