Lisboa despierta en 1755 bajo un sol de Todos los Santos y, en cuestión de minutos, la ciudad se convierte en una escena de colapso y fuego; en esa reconstrucción de catástrofe y asombro la novela Resurrecta ofrece un relato coral que sigue minuto a minuto las seis horas que cambiaron no solo a Lisboa sino a toda Europa. Con una prosa sensorial y precisa, la obra coloca al lector en medio de terremotos, tsunamis e incendios apocalípticos para mostrar cómo caen catedrales y palacios, y cómo sobreviven y se reinventan individuos tan dispares como ministros, cirujanos, monjas, castrati y hasta un pequeño mono tití.
La fuerza de Vic Echegoyen reside en su capacidad para tejer un mosaico humano en el que cada voz aporta pulso y emoción: el arquitecto que duda de su obra, el médico desbordado, la religiosa que sale a socorrer, el cortesano calculador o el cantante que, con su voz, responde al horror. El resultado es una novela vibrante y profundamente humana que reconstruye la ciudad resucitada desde sus escombros, mostrando tanto la catástrofe como las pequeñas decisiones que modelan la salvación colectiva.