En esta encantadora historia para los primeros lectores, la televisión se convierte en el eje de la vida cotidiana y, cuando deja de funcionar, altera la rutina familiar: es en ¡No funciona la tele! donde conocemos a Pepa León y a su perro Barriga, que sufre el desinterés de su dueña por culpa de la pantalla. De la mano de Glenn McCoy la narración combina ternura y humor, y la aparición de una pantalla fría y negra provoca un espontáneo «¡Socorro!» que pone en marcha la búsqueda de un taller de reparaciones.
Con un ritmo ágil y un lenguaje cercano, la obra explora temas como la atención a las mascotas, la curiosidad infantil y la resolución de problemas cotidianos. Las escenas favorecen la lectura en voz alta y el vínculo lector-oyente, ofreciendo momentos de risa y reflexión que estimulan la imaginación y la empatía, y que resultan especialmente valiosos para familias y educadores interesados en lecturas que fomenten el cuidado y la convivencia.