Este breve testimonio de la tradición rabínica ofrece una lectura intensa y reveladora: en el corazón de la obra, el Midrash de la muerte de Moisés reconstruye la imagen final del líder bíblico como un pasaje interpretativo que ilumina la conocida frase «Nadie es profeta en su tierra», desplegando, en un relato condensado, la tensión entre fama, cercanía y reconocimiento dentro de la comunidad.
Lejos de una descripción convencional de la muerte, el texto plantea una escena singular: Moisés no sucumbe ante el ángel de la Muerte, sino que parte por un beso del Eterno, un detalle que resignifica su estatuto profético y provoca reflexión sobre la intimidad entre lo divino y lo humano, la dignidad del liderazgo y la manera en que la tradición transforma proverbios en lecciones teológicas y culturales. Esta edición recupera ese midrash poco conocido para quienes estudian la literatura rabínica y buscan lecturas que articulen historia, exégesis y memoria colectiva.