Una historia deliciosa y sorprendente sobre la imaginación y la atención familiar: cuando un enorme rinoceronte morado irrumpe en la cocina y le da un mordisco a un crepe, la rutina cotidiana se convierte en una escena cargada de humor y ternura; así comienza Mi rinoceronte también como crepes.
Firmado por Anna Kemp y Sara Ogilvie, este relato muestra a Dalia enfrentando la incomprensión de unos padres demasiado ocupados y encontrando en un visitante imprevisto un interlocutor inesperado. Con un tono ágil y escenas que combinan humor y ternura, la narración aborda temas como la escucha hacia la infancia y el poder de la fantasía para construir puentes en la vida familiar, ofreciendo una lectura amena y sugerente para compartir entre generaciones.