En la dieta mediterránea, el protagonismo lo tienen los alimentos frescos, sencillos y de temporada, y el hecho de usar los mínimos ingredientes posibles para cocinar. Las recetas sacan el máximo de partido de los recursos disponibles, ya sean legumbres o cortes de carne económicos (la dieta es baja en ternera, pero se emplea mucho el cordero, la cabra y las aves). Y, por supuesto, hay abundantes pescados y mariscos. También es clave el aceite de oliva virgen extra, que tiene muchas cualidades nutritivas y aporta muchísimo a la faceta saludable de esta dieta. Este libro contiene exquisitas recetas naturales y nutritivas de la dieta más saludable del mundo.
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