A través de una propuesta lúdica y táctil, este libro convierte los deditos de los niños en protagonistas: al introducirlos en los agujeros, se transforman en brazos que recorren la historia. En Los monitos. Mis deditos hablan las pequeñas manos acompañan al personaje en acciones sencillas y expresivas, una experiencia pensada para fomentar la imaginación y la coordinación motora; una creación de Felicity Brooks y Ela Smietanka.
El relato sigue al monito mientras aprende a tomar mangos para calmar la sed, se columpia entre árbol y árbol y se refugia de la lluvia bajo unas hojas antes de volver a casa y abrazar a su familia. Las escenas, presentadas con ritmo y cariño, invitan a la interacción entre adulto y niño, transformando la lectura en un juego afectivo que estimula la motricidad fina, la atención y el vínculo emocional.