En esta entrañable historia para lectores jóvenes, Leila, la bruja perfecta presenta a una protagonista perfeccionista cuya estantería está repleta de trofeos salvo por uno muy especial: el de pastelería. Leila destaca en vuelo, en hechizos y en escultura, pero al intentar hornear descubre que la destreza no suple el aprendizaje; a través de intentos, errores y el apoyo entusiasta de sus hermanas, la narración muestra cómo el disfrute y el compartir se convierten en las recetas más valiosas.
Flavia Z. Drago propone un álbum ilustrado que combina una estética gótica suavizada con ilustraciones ricas en detalles y referencias culturales que también atraparán a los adultos. La obra invita a reflexionar sobre el valor del esfuerzo, la constancia y los riesgos de la autoexigencia, a la vez que celebra el aprendizaje colectivo y la alegría de crear en compañía.