Publicada cuando tenía cuarenta y nueve años, la voz madura de Virginia Woolf se revela con intensidad en Las olas, una novela que abandona la trama convencional para ofrecer un tejido de conciencias en continuo flujo. La obra recurre al monólogo interior para seguir la existencia de seis personajes desde la infancia hasta la vejez, mostrando cómo las identidades se forman y se disuelven en el ritmo de la experiencia.
Leído como una urdimbre de formas, sensaciones, colores y sonidos, Las olas adopta la cadencia del mar y articula imágenes que parecen oscilar entre lo efímero y lo eterno; en palabras de la propia narrativa, «siempre iguales, siempre diferentes, omnipresentes». Su prosa líquida y precisa convierte la novela en una pieza esencial para comprender las búsquedas formales y la sensibilidad del siglo XX, ofreciendo al lector una exploración profunda de la conciencia y del tiempo.