En pleno día, una mujer se arroja a la muerte en una calle céntrica ante la mirada de un testigo, pero la escena contiene un exceso que desentona y reclama respuestas. En La tensión del umbral se inicia una investigación que pone en duda las conclusiones oficiales y abre una fisura por la que asoman la corrupción, el poder y la violencia sorda que atraviesa la ciudad.
Guyot, un periodista con un pasado tortuoso y contactos en la comisaría, desoye la recomendación de olvidar el asunto y reconstruye, con los pocos rastros que dejó la mujer, un caso que se ramifica entre los bajos fondos y las altas esferas. A medida que avanza, nuevos asesinatos conforman un espiral de ajuste de cuentas que desborda a quienes juegan con la impunidad y hace tambalear certidumbres.
La voz de Eugenia Almeida combina precisión policial y mirada sociopolítica, sosteniendo la tensión narrativa sin extraviarse en concesiones. La trama mantiene al lector en un continuo ascenso hacia un desenlace en el que la incertidumbre sobre cuál será la última víctima subraya la persistente crueldad de los enclaves de poder.