En el palacio la tranquilidad se disuelve desde la llegada de una bebé que no conoce límites: el jardinero, la niñera, los camareros y la cocinera ven alterada su rutina, y los reyes se debaten entre la exasperación y la ternura; en La princesa Sara no para la narración recoge esas travesuras con humor y un ritmo que atrapa, transformando cada situación cotidiana en una escena llena de vida.
Firmado por Margarita del Mazo y José Fragoso, este cuento combina imágenes mentales vivas y frases ágiles para captar la atención de lectores jóvenes y de quienes les leen. A medida que avanzan las páginas se revela que, además de traviesa, la princesa Sara esconde un gran talento que modifica la mirada de quienes la rodean, invitando a celebrar la creatividad, la sorpresa y la alegría propias de la infancia.