A través de constantes viajes por el extremo sur, Pablo Valenzuela despliega una sensibilidad que transforma la observación en descubrimiento: en La otra Patagonia convierte los elementos del paisaje y el instante en imágenes y texturas que se apartan del registro obvio para proponer una visión personal y contenida.
Lejos de los efectismos y sin recurrir a intervenciones, su trabajo privilegia la contemplación y un criterio estético que enfatiza la luz, las formas y los silencios del territorio. El resultado es una lectura serena y profunda de la Patagonia, donde cada escena revela matices inesperados y una arquitectura del paisaje que revela otras posibilidades de interpretación.