Victoria Barnel lo tenía todo hasta que un accidente cambió su vida: una carrera brillante, un marido atento y la ilusión de formar una familia se desmoronan cuando queda inmovilizada y sin la capacidad de hablar. En La mujer de arriba la autora despliega una trama de tensión doméstica y secretos subterráneos que sacuden las certezas sobre el afecto y la intencionalidad. Freida McFadden
Atrapada en el piso superior de su casa y dependiente de cuidados las veinticuatro horas, Victoria contrasta con la figura de Sylvia Robinson, la cuidadora contratada por su marido. Cuando Sylvia encuentra un diario escondido en un cajón, las páginas revelan recuerdos fragmentados y confesiones perturbadoras que reconfiguran la lectura de cada gesto y cada silencio en el hogar. La narración se sostiene en la ambigüedad: lo no dicho, la incomunicación y la mirada ajena actúan como fuerzas que tensionan la verdad.
Con una prosa precisa y una atmósfera opresiva, La mujer de arriba construye un thriller psicológico que interroga la confianza, la vulnerabilidad y las máscaras del cariño. Los giros están trabajados para intensificar la sospecha sin sacrificar la profundidad emocional, ofreciendo una experiencia de lectura que mezcla suspense clínico y exploración íntima de personajes complejos.