Ambientada en los convulsos días de 1919, la novela evoca el fin de una insurrección y el colapso de esperanzas colectivas; en sus páginas cobran vida la barbarie, la traición y las alucinaciones que acompañaron a quienes protagonizaron los hechos. En Karl y Rosa. Noviembre 1918 se reconstruye, con intensidad cinematográfica, el descenso a la noche de Rosa Luxemburgo —encarcelada en 1919 y visitada por espectros— y la derrota personal de Karl Liebknecht, incapaz de frenar la descomposición de las filas revolucionarias y la escalada de violencia.
Firmada por Alfred Döblin, esta obra cierra el ciclo narrativo «Noviembre 1918», escrito entre 1937 y 1950, y reúne la tradición de la gran novela balzaquiana con recursos modernos de montaje y perspectiva que remiten a John Dos Passos. Calificada por José María Guelbenzu como «una obra maestra del realismo narrativo», la novela confirma la capacidad de Döblin para transformar el hecho histórico en una fábula compleja sobre el sueño de revolución y sus monstruos.