Ambientada en una San Petersburgo de 2003, marcada por la conmemoración del 300 aniversario y por la guerra en Chechenia, Hijo de mala madre despliega el encuentro entre mujeres y sus hijos en un contexto donde la violencia colectiva atraviesa lo íntimo. Con precisión narrativa, Bernardo Carvalho construye escenas en las que masacres, campos de refugiados y pequeñas cobardías familiares convergen y obligan a sus personajes a confrontar la culpa, la vergüenza y la posibilidad de redención.
La novela destaca por su equilibrio entre alcance histórico y detalle psicológico: el pasado familiar y la geografía que va del Cáucaso a Moscú y a San Petersburgo actúan como fuerzas que moldean destinos y revelan un linaje de ternura y dolor. A través de una prosa exigente y controlada, Carvalho articula hilos narrativos que confluyen en un drama moral y afectivo, ofreciendo una lectura profunda sobre la maternidad, la memoria y los límites del amor frente a la brutalidad del presente.