Tres relatos funcionan como episodios de la memoria: lúcidas ensoñaciones y recuerdos que se recogen en un despertar luminoso. En Había una vez un pájaro confluyen dos relatos que parecen recuerdos o sueños y un tercer texto que reescribe la primera novela de su autora, la obra «En voz baja», casi treinta años después de su aparición; esa convergencia configura una lectura que alterna delicadeza y fuerza, donde la precisión verbal y la musicalidad sostienen imágenes de notable intensidad.
La escritora Alejandra Costamagna demuestra en estos textos la audacia de desandar lo ya escrito: transformar una novela en cuento sin renunciar a la complejidad. Su prosa, más madura y contenida, equilibra exactitud y resonancia, ofreciendo una experiencia narrativa íntima y vibrante que confirma el crecimiento y la singularidad de su voz literaria.