Con ilustraciones cálidas y piezas pensadas para manos pequeñas, Granja. Mi primer puzle propone un acercamiento lúdico a los ambientes rurales donde armar y desarmar escenas se convierte en una actividad educativa. Cada escena integrada está diseñada para estimular el reconocimiento de formas, la concentración y la resolución de problemas a través del juego simbólico.
Las piezas, resistentes y de fácil manipulación, favorecen el desarrollo de la motricidad fina en los primeros años y permiten un aprendizaje progresivo y seguro. Esta edición forma parte de la colección Mi primer puzle y está creada por Rebecca Weerasekera y Wendy Kendall, cuyo trabajo combina claridad didáctica y atractivo visual para acompañar los primeros descubrimientos de los niños.