Ambientada en los felices años veinte y en plena ley seca, Gran Gatsby explora la fascinación por la riqueza y el prestigio a través de un protagonista que, a pesar de su fama, oculta profundas miserias y el origen enigmático de su fortuna. La novela, escrita por Scott Fitzgerlad, despliega una trama donde el lujo y la apariencia contrastan con la fragilidad humana.
Gatsby encarna el arquetipo del millonario que sostiene su éxito en la juventud y la popularidad mientras protege celosamente sus secretos; esa dualidad convierte a la obra en una metáfora potente de Estados Unidos durante la década de 1920. La prosa de Fitzgerald combina precisión y melancolía, revelando con economía narrativa la vacuidad detrás del brillo social y construyendo una tensión creciente que culmina en un desenlace de singular resonancia.