Con mirada serena y precisión psicológica, la novela traza el paso a la adultez de dos jóvenes que transitan la amistad, el deseo y el desencuentro; en ese paisaje emocional se revela Gente normal, una historia construida a partir de conversaciones torpes, silencios prolongados y elecciones que modelan la identidad. Marianne y Connell, aparentemente distantes por clase y carácter, desarrollan una relación que evoluciona a lo largo de años y que permite ver con claridad la tensión entre lo público y lo íntimo.
En Sally Rooney se aprecia una prosa contenida y afilada que dibuja personajes magnéticos y contradictorios; el relato examina cómo el sexo, el poder, el deseo de herir y la necesidad de ser amado contribuyen a conformar nuestras relaciones. Esta novela, de tono agridulce, ofrece una reflexión sostenida sobre los malentendidos y los silencios que definen la intimidad, y acompaña al lector en la comprensión de personajes complejos hasta sus contradicciones más profundas.