En la primavera de 1939, cuando la sombra de la guerra se cierne sobre Europa, la novela Fuimos los afortunados recrea la cotidianidad y las pequeñas alegrías de tres generaciones de la familia Kurc en Radom, Polonia. Las conversaciones en torno a la mesa del Séder, centradas en tiernos bebés e historias de amor, contrastan con las crecientes dificultades que amenazan a los judíos de la ciudad, y ese contraste sostiene una tensión creciente que atraviesa toda la narración.
Con una mirada íntima y detallada, Georgia Hunter despliega el viaje de los Kurc a través del desarraigo, el desplazamiento y la lucha por la supervivencia, mientras los miembros de la familia son forzados a encontrar refugio en distintos rincones del mundo. Es una obra que combina rigor histórico y pulso emocional para ofrecer un retrato humano de los horrores que invaden Europa y de la resistencia cotidiana que permite que la memoria y el lazo familiar perduren.