Con un pulso narrativo que atraviesa épocas y geografías, El viento conoce mi nombre entrelaza el Viena de 1938 y el Arizona de 2019 para explorar el drama del desarraigo y las posibilidades de redención que nacen de la solidaridad, la compasión y el amor. Firmada por Isabel Allende, la novela sitúa a sus personajes en el cruce entre la violencia histórica y las decisiones íntimas, mostrando cómo el pasado persiste y moldea el presente de maneras inesperadas.
Esta obra aborda con sensibilidad los sacrificios que a menudo implican la paternidad y la maternidad, la sorprendente capacidad de algunos niños para mantener vivos sus sueños pese a la adversidad y la tenacidad de la esperanza en los momentos más oscuros. La prosa combina tensión emocional y ternura, construyendo una trama que invita a la reflexión sobre la resiliencia humana y el poder transformador de los lazos afectivos.