En un universo de cortes demoníacas y acertijos letales, El trono de los caídos despliega una trama donde la ambición y la condena se entrelazan con sutileza. Un príncipe marcado por la Envidia y una artista cuyo talento es llave y peligro encaran una maldición que exige sacrificios inesperados; la novela equilibra intriga, objetos hechizados y pruebas mortales con una prosa que combina tensión y sensualidad.
Kerri Maniscalco construye personajes complejos: el libertino que gobierna su corte con cinismo y estrategia, y Camilla Antonius, cuya decisión desesperada para evitar el escándalo activa un pacto con el demonio de Envy. El recorrido por el inframundo —desde las resplandecientes cortes demoníacas hasta el reino de los vampiros— plantea riesgos que trascienden lo físico y obligan a los protagonistas a confrontar su verdadera naturaleza, mientras la tensión entre poder y deseo redefine las reglas del juego.