Ambientada en la década de los setenta, El poder del perro despliega una crónica implacable de la guerra contra el narcotráfico entre Estados Unidos y México. Art Keller, un joven agente de la DEA, y Adán Barrera, el nuevo heredero del imperio criminal, se cruzan en una trama de venganzas, errores fatales y personajes que desbordan violencia y ambición; desde prostitutas de alto standing y curas comprometidos hasta sicarios nacidos del azar, la novela expone la miseria y la complejidad moral que alimentan este conflicto.
Con una narración coral y ritmo cinematográfico, El poder del perro se presenta como un «thriller épico, coral y sangriento» que examina la búsqueda de redención en medio del caos. La novela confirma la maestría de Don Winslow para ensamblar tramas políticas y humanas, combinando investigación, acción y una penetrante reflexión sobre la corrupción, la lealtad y la violencia institucional.