La amistad y la música se entrelazan en El oso, el piano, el perro y el violín, una historia conmovedora y cuidadosamente construida por David Litchfield. Héctor, que toca el violín, y su perro Hugo son compañeros inseparables hasta que la ambición y los celos ponen a prueba su vínculo: «Hugo aprende a tocar el violín en secreto» y, poco después, un oso pianista lo invita a unirse a su banda para viajar y actuar ante multitudes.
La narración explora con sensibilidad cómo afrontar la envidia, aceptar los cambios y celebrar los logros ajenos sin perder la propia identidad. Con personajes entrañables y situaciones que combinan ternura y humor, este relato ofrece una experiencia lectora emotiva que resuena tanto en niños como en adultos, invitando a reflexionar sobre la generosidad, la resiliencia y el poder transformador de la música.