En una posada en tierra de nadie, un hombre decide relatar por primera vez la verdad sobre su vida; así comienza El nombre del viento, la novela que consolidó a Patrick Rothfuss como un fenómeno editorial contemporáneo. La narración en primera persona convierte el relato en una confesión íntima y compleja, donde se entretejen aventuras, misterio, amistad, amor y magia, y donde la figura de Kvothe —músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino— cobra matices humanos frente a los rumores que lo habían vuelto leyenda.
La novela avanza desde la infancia en una troupe itinerante hasta los años de necesidad en las calles de la gran ciudad y la llegada a una universidad que promete respuestas a enigmas antiguos. La estructura de historias dentro de historias permite explorar la formación de un talento singular y las consecuencias de la fama y el dolor, mientras la prosa combina intensidad emocional, construcción de mundo detallada y un pulso narrativo que mantiene el suspense sin sacrificar la profundidad psicológica de sus personajes.