La creadora de contenido Alessandra Requena debuta en el mundo del álbum ilustrado con El niño que se hacía caca, una historia inspirada en un episodio real que aborda el control de los esfínteres desde la empatía y el humor. En un relato ágil y cercano se narra el pequeño incidente en la piscina tras pedir varias veces la compañía del padre; cuando la cuarta petición llega con menos energía por parte del adulto, ocurre el percance que provoca sorpresa y vergüenza, pero también apertura para el diálogo familiar.
Las ilustraciones del galardonado Guilherme Karsten complementan el texto invitando a ponerse en el lugar del otro y a relativizar la situación. A través de personajes que comparten experiencias similares, la obra transforma un momento embarazoso en una oportunidad para trabajar la autoestima, el desarrollo personal y los hábitos de higiene con ternura y sentido del humor, sin moralismos y con un pulso narrativo pensado para niños y familias.