La novela despliega una fábula moral donde la fe, la locura y la búsqueda de sentido se entrelazan en un paisaje que parece derrumbarse; en El loco de Dios en el fin del mundo se narra el itinerario de un personaje enigmático que, convencido de una misión divina, obliga al lector a replantear la relación entre verdad y delirio.
Con una prosa que combina precisión analítica y riqueza simbólica, Javier Cercas construye una trama en la que los elementos apocalípticos funcionan tanto como escenario exterior como metáfora de la fragmentación interior; la obra equilibra suspense psicológico y interrogantes éticos para ofrecer una experiencia lectora intensa y profundamente reflexiva.