Con un planteamiento provocador y riguroso, El instinto científico propone que la ciencia es resultado de un impulso humano básico y no un logro exclusivo de la educación formal, tesis desarrollada por Andrés Gomberoff. El autor combina lógica y evidencia con un tono accesible para mostrar cómo el pensamiento científico aparece en situaciones cotidianas y, a la vez, puede verse reprimido por sesgos culturales y autoengaños que distorsionan nuestra percepción de la realidad.
Gomberoff examina desde el terraplanismo hasta la oposición a las vacunas para argumentar que muchas creencias pseudocientíficas no surgen únicamente de la ignorancia, sino de mecanismos psicológicos y sociales que bloquean el instinto científico. A través de anécdotas, experimentos explicados con claridad y episodios históricos, ofrece herramientas conceptuales para identificar falacias, afinar criterios críticos y valorar la ciencia como método de comprensión del mundo y de autoconocimiento.