Ambientada en el Japón de 1890, El hijo del tallador de máscaras nos transporta al conflicto entre tradición y modernidad a través de la mirada de Yamamoto Kiyoki, un joven artista dividido entre el oficio ancestral de su padre y la atracción por las técnicas impresionistas de París; esta novela, firmada por Alyson Richman, explora con delicadeza la tensión familiar, la pérdida y la búsqueda de identidad.
La narración sigue el viaje de Kiyoki desde el taller de máscaras Nō hasta las calles de París, donde su aprendizaje artístico y un amor prohibido desafían las normas sociales y amenazan con fracturar aún más a su familia; con una prosa evocadora y precisión histórica, la obra reflexiona sobre el precio de perseguir un sueño, las obligaciones hacia la herencia cultural y las vías posibles para la reconciliación entre generaciones.