Ariel despierta sola en un hotel de Lisboa: su marido ha desaparecido sin aviso, su teléfono no responde y las preguntas se multiplican. En Dos noches en Lisboa la investigación personal de Ariel la obliga a enfrentarse a la extrañeza de una relación que creía conocer y a la ciudad como laberinto de secretos. La tensión se despliega desde la primera escena y la intriga crece con cada descubrimiento, en la cuidada prosa de Chris Pavone.
Ariel recorre la ciudad, consulta al personal del hotel, acude a la policía y a la embajada de Estados Unidos, y siente cómo se desmoronan las certezas: ¿era John un hombre de negocios o alguien con identidades ocultas? El hallazgo de un teléfono que aparece de improviso y una llamada que suena en el momento justo empujan la trama hacia un crescendo de urgencia, donde cada pista abre nuevos interrogantes y obliga a la protagonista a tomar decisiones bajo presión.
Con ritmo cinematográfico y giros calculados, la novela explora la fragilidad de la confianza y el coste de los secretos. Los escenarios lisboetas, descritos con precisión, funcionan como un personaje más que intensifica la atmósfera: calles antiguas, hoteles anónimos y una ciudad que observa desde sus rincones. La lectura mantiene la tensión constante, acompañando a Ariel en una búsqueda que revela hasta qué punto desconocemos a quienes creemos conocer.