Al transmitir a su hija los relatos destinados a su crecimiento y bienestar, el grave intelectual se permite una rara apertura hacia lo fantástico: así nace Cuentos a Maxa, una colección de historias que sumerge al lector en paisajes poblados por sílfides, gnomos y pájaros parlanchines, donde la ternura y la imaginación conviven con el pensamiento riguroso.
En Max Nordau se aprecia cómo se abre una grieta en su fachada materialista y se deja escapar la sensibilidad; el autor crea escenas de gran plasticidad y una carga simbólica que convierte cada relato en un espacio para reflexionar sobre la infancia, el afecto y las ideas que acompañan el crecimiento.