Obra cumbre de la poesía amorosa en la plenitud de su madurez, la recopilación reúne la intensidad de una voz que busca la verdad del deseo y de la materia. En Cien sonetos de amor se revela una poesía de desnudez y de pulso que prioriza la imagen sobre el ornamento, firmada por Pablo Neruda, cuya escritura transita del latido íntimo al latido del mundo con naturalidad y fuerza.
Estos sonetos sorprenden por el contraste entre la palpitación de la palabra y la concreción de la imagen, por una deliberatez que renuncia a los prestigios sonoros del soneto clásico para alcanzar una mayor libertad expresiva. Como él mismo confesó «Con mucha humildad—escribe Neruda—hice estos sonetos de madera, les di esta opaca y pura substancia», y esa propuesta de despojamiento permite que aflore una voz elemental: tierra, agua, aire y llama se amalgaman con el cuerpo amado hasta conformar una visión donde la conciencia y el mundo se reconocen mutuamente.