Nora Stephens se ha pasado la vida entre libros: es una agente literaria implacable que defiende las obras y los contratos de sus clientes, pero por encima de su carrera siempre ha estado su hermana menor, Libby. En Book lovers las dos viajan a Sunshine Falls, el escenario del libro favorito de Libby, donde ella pretende recrear escenas de sus novelas predilectas con la esperanza de que Nora encuentre, por fin, su propio papel como protagonista; la novela es de Emily Henry y combina sensibilidad y humor con una observación certera del mundo editorial.
Lo que ninguna de las dos prevé es toparse con Charlie Lastra, un editor con el que Nora ya tuvo un encontronazo en Nueva York y cuya presencia transforma las vacaciones en un terreno de diálogo afilado y tensión emocional. La historia alterna ingenio y ternura para explorar el duelo, la lealtad fraternal y la posibilidad de reinventarse fuera de las expectativas profesionales, y lo hace con una voz viva y diálogos chispeantes que recuerdan que «A veces, ni siquiera una agente literaria y un editor son capaces de escribir su propia historia.»