La novela ofrece un retrato íntimo de un hombre que vive entre la memoria y la ausencia: Baumgartner es un eminente escritor y profesor universitario cuya vida quedó marcada por un amor que perduró décadas. Firmado por Paul Auster, el relato sitúa al lector ante un protagonista excéntrico y tierno que, a los 71 años, continúa lidiando con la muerte de Anna y con la huella de una relación que empezó en 1968 cuando ambos eran estudiantes en Nueva York.
La narración alterna la superación del duelo con episodios que van desde su juventud en Newark hasta la vida de su padre como revolucionario fracasado en Europa del Este, ofreciendo una estructura que entrelaza memoria y presente. Con una voz que equilibra ternura y lucidez, la novela propone una reflexión profunda sobre cómo cambian las formas de amar a lo largo de la vida y sobre el modo en que los recuerdos reconstruyen la identidad de quien se queda.