Todo lo que hay en el universo —personas, plantas, planetas—, absolutamente todo, está compuesto de energía que se extiende mucho más allá del cuerpo físico. Esto es el aura y, aunque no nos demos cuenta, cada uno de nosotros es capaz de detectar esta energía radiante. ¿Por ejemplo? Cuando entramos en una habitación y sentimos un ambiente tenso, es porque estamos percibiendo el aura de otras personas. Esta interesante guía enseña, justamente, a desarrollar este sentido innato, aprendiendo sobre las diferentes capas que tiene un aura, cómo protegerlo, revitalizarlo y sanarlo a través del uso de cromoterapia, cristales, aceites esenciales, sonidos y también a partir de nuestra propia energía sanadora.
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