Para evitar el calor en el interior, no debe permitirse que el sol penetre en él. Los colores del exterior afectan al consumo energético. Una ventana alta deja que la luz natural entre hasta mayor profundidad. Los edificios pesados se calientan y se enfrían lentamente.
Los edificios ligeros se calientan y se enfrían rápidamente. El agua almacena más calor que el hormigón. La masa térmica es lo opuesto al aislamiento.
Entender cómo responden los edificios a sus entornos puede ayudarnos a reducir de forma significativa el consumo de calefacción, iluminación y refrigeración artificiales.
Este libro reúne 101 reglas básicas para optimizar el uso de la energía natural en arquitectura y proyectar de un modo directo e intuitivo de acuerdo con los principios del bajo consumo energético. Esta guía fundamental y de fácil uso está repleta de buenos consejos y reveladoras ilustraciones que nos permiten apostar por la reducción del consumo energético desde los principios más básicos.
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