En un ensayo breve y directo, Todos deberíamos ser feministas ofrece una definición accesible y exigente del feminismo contemporáneo, y presenta argumentos que conectan la equidad de género con la calidad de vida de toda la comunidad, tal como lo expone la escritora Chimamanda Ngozi Adichie. Con claridad, humor y un lenguaje contundente, la autora desmantela estereotipos y señala por qué la educación de niñas y niños es clave para construir relaciones más honestas y saludables entre los géneros.
El texto es perspicaz y elocuente: plantea ideas prácticas y reflexivas para repensar roles y expectativas, y muestra cómo pequeñas transformaciones culturales pueden generar cambios profundos. «Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo. Un mundo de hombres y mujeres más felices y más honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma. Y también a nuestros hijos.» Estas páginas invitan a la conversación y ofrecen herramientas conceptuales útiles para lectores interesados en comprender y promover la igualdad de género desde una perspectiva contemporánea y humana.