En Siddhartha el lector transita un itinerario de búsqueda interior que adapta la espiritualidad oriental a la sensibilidad occidental; escrito por Hermann Hesse, narra la transformación de un hijo de brahmán cuya rebeldía lo impulsa a explorar distintos caminos espirituales.
La novela examina con rigor la dialéctica maestro-alumno y los estadios de purificación que conducen a lo que Hesse describe como «la fusión del hombre con el todo», mostrando los contrastes culturales y éticos sin caer en la exotización; encuentros como la amistad con Govinda y el encuentro con Buda se convierten en episodios clave que iluminan el proceso de búsqueda de paz y armonía.
Con un estilo meditativo y lírico, el autor combina reflexión filosófica y relato simbólico para ofrecer una lectura que invita a la contemplación y a la revisión personal de creencias; su actitud crítica frente a toda ortodoxia se traduce en una narrativa clara y resonante que ha mantenido su capacidad de fascinación en Occidente.