La novela recrea la infancia compartida de Edie, Jake y Ryan, «ellos tres contra el mundo», y muestra cómo una amistad que parecía invulnerable se rompe cuando Jake es brutalmente asesinado y Ryan resulta acusado. En Punto ciego la protagonista, Edie, enfrenta el duelo y la soledad en la casa del acantilado, mientras la sensación de ser observada aumenta hasta convertir cada ventana y cada paso en un desafío.
A través de una prosa contenida y precisa, Paula Hawkins despliega una trama de giros crecientes donde las buenas intenciones pueden derivar en consecuencias trágicas; el pasado que Edie intentó olvidar regresa con una insistencia perturbadora y obliga a replantear lealtades y culpabilidades. Tensión sostenida, atmósferas inquietantes y una estructura que mantiene la intriga convierten esta obra en un ejemplo sobrio del suspense psicológico, que examina cómo la certeza se fractura y cómo los secretos condicionan el presente.