Álex ronda los cuarenta, ha dirigido películas y escrito novelas, pero nunca una novela sobre sus propias emociones; en No ficción, el escritor y cineasta Alberto Fuguet propone una narración íntima que combina testimonio y reflexión para indagar los afectos que resisten las etiquetas.
La historia se concentra en una visita de verano al departamento de Renzo en el centro de Santiago que se alarga hasta la noche: aquella tarde calurosa se convierte en «una noche oscura donde los diálogos a veces esconden y otras se transforman en dardos», y a través de conversaciones tensas y silencios contenidos se explora la tensión entre amistad y un sentimiento más profundo que rechaza los límites convencionales del amor. Con prosa directa y escenas cinematográficas, la obra ofrece una lectura seria y emocionalmente compleja sobre la memoria, la necesidad de nombrar lo vivido y las consecuencias íntimas del testimonio personal.