En los escritos que Andrónico de Rodas reunió al ordenar la obra aristotélica aparecen una serie de materiales sobre la «filosofía primera» que fueron colocados tras los tratados de Física; por esa razón se les dio el título de Metafísica. Este conjunto, concebido originalmente como apuntes para las lecciones de su autor, constituye un programa de investigación sobre las causas primeras y los principios del ser. Más que una obra sistemática, presenta capítulos con una delimitación temática precisa que permiten abordar el conocimiento del ser «en cuanto ser», la causa última de la naturaleza y de la realidad.
La obra de Aristóteles despliega con rigor dos ramas fundamentales: la ontológica, que analiza lo que puede afirmarse de cualquier ente únicamente «en tanto que existe», y la teológica, dedicada a la consideración del «primer motor inmóvil» entendido como principio y causa. Su lectura ofrece recursos conceptuales y terminológicos que enriquecen el análisis filosófico contemporáneo en ontología, filosofía de la ciencia y teología filosófica, al mismo tiempo que revela la ambición de Aristóteles por fundamentar un saber capaz de explicar tanto el ente como sus causas últimas.