En este conmovedor relato íntimo, Lemebel sin Lemebel ofrece una lectura en la que la memoria y el duelo se entrelazan con la escena literaria chilena; su autor, Juan Pablo Sutherland, traza una cartografía afectiva que desafía etiquetas biográficas y propone un diario de viaje nómade con un amigo, cuadernos de anotaciones y caminatas compartidas, como él mismo advierte: «Este libro no es una biografía, ni un retrato o una semblanza, más bien es una especie de diario de viaje nómade con un amigo, cuadernos de anotaciones, resaca de muchas páginas compartidas y caminatas».
El relato alterna diálogo nostálgico y evocación amorosa para reconstruir la persistencia de Pedro Lemebel a través de anécdotas y postales que revelan luchas políticas y estéticas, encuentros y desencuentros, penas y alegrías en la digna sobrevivencia de un medio hostil. A partir de una proximidad íntima y sin pretensiones hagiográficas, la voz narrativa despliega la construcción de un oficio y una obra propia que convive con la influencia del gran referente, ofreciendo así un testimonio vivo sobre amistad, pasión y la singularidad de una experiencia homoerótica vinculada a clase social.